La ruta o el camino que sigue un producto para llegar desde su punto de producción hasta el usuario final se conoce como su canal de distribución. Normalmente, puede transmitirse tanto de forma directa como indirecta.
Cuando un productor entrega los artículos directamente al cliente final sin recurrir a intermediarios, se habla de canal directo. En este caso, el fabricante realiza directamente las tareas de comercialización.
Un productor se dedica a la distribución indirecta cuando ofrece sus productos a los clientes a través de uno o varios intermediarios. Los mismos intermediarios se encargan de sus operaciones de compra, venta, expedición y almacenamiento.
Las funciones que desempeñan los canales de distribución
Hay que darse cuenta de que los canales de comercialización son algo más que un simple medio de establecer un vínculo entre el fabricante y el usuario final de un producto para apreciar su importancia.
Los canales ofrecen lugar, tiempo y funcionalidad. Proporcionan los productos en el momento, el lugar y la cantidad que su consumidor solicita. Sin embargo, los canales de distribución también se encargan de realizar las siguientes tareas, además de las transaccionales:
Logística y distribución física: El proceso de ensamblar, almacenar, clasificar y entregar los artículos de los productores a los consumidores se gestiona a través de los canales de comercialización.
Aprovisionamiento: Los canales de distribución ofrecen incluso servicios previos y posteriores a la compra, como financiación, mantenimiento, intercambio de información y coordinación de canales.
Eficacia: Los minoristas y mayoristas compran mercancías a granel a los productores, pero ocasionalmente pueden vender a una amplia gama de otros canales o clientes. Además, ofrecen una gran variedad de cosas en un solo lugar, lo que resulta muy ventajoso para los clientes, ya que les evita tener que visitar otras tiendas para conseguir diferentes productos.
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